Lisa Gherardini, conocida mundialmente como la Mona Lisa, nació en Florencia en el siglo XV. Provenía de una familia de clase media, y su vida transcurrió en un entorno típico de la época, entre el campo y la ciudad.
Se casó con Francesco del Giocondo, un próspero comerciante de sedas, y juntos llevaron una vida acomodada, aunque no excesivamente rica.
Tuvieron cinco hijos, y Lisa Gherardini, también crió al hijo de Francesco de su primer matrimonio. A lo largo de su vida, Lisa mantuvo una estrecha relación con el convento de Sant’Orsola, al que su hija Marietta, ingresó como monja bajo el nombre de Sor Ludovica.
Francesco Giocondo, además de ser comerciante, participó activamente en la vida política de Florencia. Fue miembro del gobierno local y estuvo involucrado en los tumultuosos eventos políticos de la ciudad, incluyendo la vuelta al poder de la familia Médici.
Se cree que encargó el retrato de su esposa a Leonardo da Vinci, para conmemorar la adquisición de una nueva casa y posiblemente el nacimiento de uno de sus hijos. Este retrato, conocido como la Mona Lisa, se convirtió en una de las obras más famosas de la historia del arte.
El retrato de Lisa Gherardini, fue comenzado por Leonardo en 1503, pero el pintor tuvo que interrumpirlo para trabajar en otro proyecto, y nunca entregó la pintura a Francesco Giocondo.
Leonardo llevó consigo la Mona Lisa durante el resto de su vida, completándola años después en Francia. La pintura se caracterizó por su tamaño relativamente grande para la época, y su cuidadosa representación de Lisa como una mujer virtuosa.
Francesco Giocondo, murió en 1538, posiblemente debido a la peste, y Lisa falleció pocos años después, probablemente en 1542, en el convento donde su hija Ludovica la cuidó en sus últimos días.
Aunque las fechas exactas de sus muertes varían según las fuentes, lo que es cierto es que la pareja dejó un legado duradero a través de la icónica obra de Leonardo da Vinci.
Investigación tomada de la web.






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